El Interdom fue un internado soviético que brindó asilo a los hijos de revolucionarios de diversas partes del mundo, incluyendo América Latina, en un contexto de represión política.
Un ambicioso experimento soviético en el Cáucaso, que buscaba reintroducir fauna sudamericana, resultó en un desastre ambiental, evidenciando los riesgos de la intervención humana en ecosistemas frágiles.