El primer ministro israelí ha prometido una respuesta a Irán tras un reciente ataque, pero se ha comprometido a no atacar objetivos nucleares ni petrolíferos, lo que podría evitar una escalada mayor del conflicto.
La inestabilidad en el mercado petrolero se intensifica ante la posibilidad de represalias militares de Israel hacia Irán, un jugador clave en la producción global de petróleo.