La llegada de inversiones del Golfo Pérsico a Chile, lideradas por Aramco, marca un nuevo capítulo en la economía nacional, aunque la falta de datos precisos sobre el flujo de recursos plantea interrogantes sobre su impacto real.
Empresas de Medio Oriente han comenzado a invertir en Chile, enfocándose en sectores clave como combustibles, minería, desalinizacion y agricultura, en un contexto de cambio hacia energías más sostenibles.