Un reciente estudio revela que los microplásticos pueden acumularse en el cerebro humano en niveles más altos que en otros órganos, generando preocupación sobre sus posibles efectos en la salud.
Un estudio reciente ha revelado que el uso de bolsitas de té puede liberar millones de microplásticos en cada infusión, lo que plantea serias preocupaciones sobre la salud y el medio ambiente.