El éxito de Dinamarca en lograr una fuerza laboral altamente feliz se basa en un ambiente de confianza, donde la gestión se centra en resultados, no en horas trabajadas, fomentando la autonomía y el bienestar de los empleados.
Ante el aumento de tensiones internacionales, Suecia, Finlandia y Noruega distribuyen manuales de supervivencia a sus ciudadanos, preparándolos para posibles conflictos bélicos.