FedEx Chile ha recibido un avión propio que le permitirá duplicar su capacidad de envíos internacionales, mejorando así su conectividad con América del Sur y el resto del mundo.
Mientras los puertos de la Costa Este de EE.UU. se paralizan, los envíos chilenos se ven atrapados en una tormenta de recargos y retrasos, como si el comercio fuera un juego de dominó mal jugado.