Con la llegada de nuevas olas de calor, los agricultores chilenos se enfrentan a la necesidad urgente de proteger sus cultivos ante temperaturas extremas que podrían superar los 35°C.
La crisis del agua afecta a millones, y la agricultura es un factor clave en su gestión, revelando la necesidad de un cambio en los cultivos que consumen más recursos hídricos.