El caso Pelicot revela la complejidad de la violencia sexual, involucrando a condenados de diversas clases sociales y profesiones, lo que pone de relieve un problema arraigado en la sociedad.
Dieciséis individuos condenados por crímenes de lesa humanidad en Chile siguen evadiendo la justicia, lo que resalta la impunidad y la necesidad de un sistema judicial más efectivo.