El primer ministro británico, Keir Starmer, considera esencial el envío de tropas para asegurar una paz duradera en Ucrania y disuadir nuevas agresiones de Rusia.
Robert Kennedy Jr. expresa su preocupación por el permiso de EE.UU. a Ucrania para utilizar armas de largo alcance, sugiriendo que esto podría llevar a un conflicto global.