La columna analiza cómo la percepción subjetiva del ruido se utiliza para justificar sanciones a migrantes, cuestionando la imposición de normas culturales y la falta de integración.
La columna de Pablo Ortúzar cuestiona la narrativa de la izquierda chilena respecto a la transformación de la subjetividad de los chilenos bajo la dictadura, sugiriendo que esta visión idealiza un pasado que se busca superar.