Se revela que agentes del DOGE, vinculados a Elon Musk, han tenido acceso no autorizado a información sensible de millones de empleados del gobierno estadounidense, generando preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos.
La propuesta de Trump para que Musk lidere el DOGE refleja una búsqueda de innovación en la administración pública, planteando un enfoque poco convencional para mejorar la eficiencia gubernamental.